lunes, 20 de abril de 2015

El poder del pueblo unido

Diario de León, María Carnero, 19/4/2015.-  El palacio de los Guzmanes de León, sede histórica de la defensa de los pueblos, acogió ayer el primer Encuentro Ibérico de Concejos y Parroquias Rurales, en el participaron once federaciones procedentes de todos los puntos de la geografía española.

Este primer acto viene a ser un punto de partida después de un intenso año en el que las entidades locales menores han tenido que hacer frente por ley, y bajo la amenaza de supresión, a la exigencia de regularizar su situación ante el Ministerio de Hacienda y el Tribunal de Cuentas. A día de hoy, prácticamente todas están regularizadas, según explicó el presidente de la Federación Española, Andrés  Delfín Rojo del Valle. «El esfuerzo realizado por todas las federaciones de España ha merecido la pena ya que podemos afirmar que a día de hoy casi el cien por cien de las entidades han presentado sus cuentas, tan sólo queda un ocho por ciento que lo harán la próxima semana», afirmó el responsable de la federación nacional. Rojo del Valle afirmó que «esta ley aprobada que nos pretendió eliminar al final ha sido positiva porque ha sido lo que nos ha impulsado a unirnos y a crear una federación que aglutine a todas a todas ellas para buscar la manera de solucionar sus problemas».

Por su parte, el responsable de la federación leonesa, y organizador del acto, Carlos González Antón, destacó que la provincia leonesa, con 1.234, es la que más entidades locales menores tiene, por lo que insistió en la necesidad de favorecer la unión de todas ellas y su asociacionismo para hacer frente a los nuevos retos que se plantean en estos momentos, como la factura electrónica o de rendición anual de cuentas. «Si no tenemos unión para buscar la flexibilización de las exigencias del Minsiterio de Hacienda vamos a tener dificultades todos los años para cumplir con nuestras obligaciones», comentó.

La jornada de fiesta, pero también de trabajo de ayer, sirvió para dar los primeros pasos para constituir una federación europea de entidades locales menores, por lo que González Antón reclamó a las administraciones públicas un mayor reconocimiento, y que «los problemas de gestión no condiciones el futuro de este primer escalón del gobierno local que hay en España y también en Europa».

En encargado de clausurar el encuentro fue el presidente de la Diputación de León, Emilio Orejas, a quien el responsable de la federación leonesa, Carlos González Antón, agradeció públicamente el apoyo que ha brindado a las juntas vecinales leonesas en su lucha por la supervivencia, poniendo a su disposición los servicios necesarios para adecuarse a la ley y evitar, de ese modo su desaparición.

Emilio Orejas agradeció a todas las federaciones su trabajo en la defensa de los pueblos, de su identidad y de supervivencia. «Vosotros sois la expresión alta de la política desinteresada en representación de los ciudadanos», destacó el presidente, que se mostró rotundo en su defensa de las entidades locales menores. «Desde esta institución defendemos la autonomía local, creemos en el concejo como órgano de decisión democrático en el que los vecinos afrontan los problemas y soluciones para su pueblo». Por eso consideró un logro de todos, de los pueblos, de la federación leonesa y del Servicio de Asistencia a Municipios de la Diputación (SAM), que «se presentaran a tiempo las cuentas, un éxito del que debemos estar orgullosos y que merece ser reconocido».

Por último, Orejas hizo un llamamiento tanto al Gobierno de España como al de la Junta de Castilla y León para que se abra una línea de colaboración que sirva para dotar a las entidades locales menores de un sistema de gestión que se ajuste a las demandas del siglo XXI.

El modelo alavés

Entre las once federaciones que participaron ayer en el encuentro destacó la de Álava, cuyo modelo es un ejemplo de democracia y autonomía. Así lo explicó, Javier Argote, presidente de la Asociación de Concejos de Álava, que asocia a casi todas las entidades menores de la provincia vasca. Su peculiaridad es que los concejos son abiertos y es la asamblea de vecinos la que tiene el gobierno del concejo. Además no hay representación de los partidos políticos sino que se eligen a los representantes en listas abiertas, por lo que cualquier ciudadano que esté en el censo puede ser elegido. «Defendemos esta figura como máxima expresión de democracia popular ya que son los vecinos los que toman las decisiones, por eso reclamamos este modelo a nivel estatal», aseguró Argote.

Este modelo ha existido hasta el siglo pasado y a nivel estatal se ha ido perdiendo, dejando paso a las juntas vecinales y concejos cerrados. «Por eso trabajamos para recuperar esos concejos abiertos como máxima expresión de la democracia», explico el responsable alavés, que afirma que esta figura es extrapolable al resto de las instituciones públicas, como ayuntamientos y diputaciones.

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