lunes, 21 de octubre de 2013

MANIFIESTO DE LA MANIFESTACIÓN DEL 20 DE OCTUBRE

Bierzo Diario, 20/10/2013.- Los Concejos, Pedanías, Juntas Vecinales y Parroquias Rurales, muchos de ellos se remontan al medievo, recogen un modelo de organización democrática donde el pueblo reunido en asamblea abierta decide, de un modo directo, como se gestiona y mantiene el patrimonio común de sus vecinos y vecinas. Este modelo es, sin duda, la manera más democrática de organizarse que existe en todo el Estado. De hecho, en la mayoría de estas Entidades, los habitantes de cada pueblo además de votar en las urnas para elegir los concejales del ayuntamiento, votan en otra urna para elegir al alcalde pedáneo y los vocales de su Junta Vecinal. Estamos ante una costumbre hecha norma cuya regulación debe extenderse al funcionamiento de todas las administraciones, nunca desaparecer o ser amenazada de supresión por ningún gobierno de turno.

Las Juntas Vecinales son, en gran parte, responsables además de dar servicios a los pueblos. Como el suministro del agua potable en sus localidades, la gestión de los cotos de caza, el reparto y recogida de la madera y la leña de los montes de su propiedad, la administración, prorrateo o alquiler de los pastos de su prados, son incluso los responsables de los campos santos, e incluso de las escuelas donde aun se conservan. Podemos afirmar que entre los montes, prados y eras que están bajo el control y administración de las entidades locales menores, al menos el 55 % de la superficie de la provincia de León están en manos de los concejos, que por otro lado son propiedad comunal de los vecinos y a nivel estatal son propietarias de 3,5 millones de hectáreas.

Suprimir las entidades locales menores significaría el mayor expolio hacia manos privadas del patrimonio público, previo paso por los Ayuntamientos, de la historia. Un robo premeditado y diseñado para asaltar la democracia que representan y generar negocio para una banda de especuladores, acabando con el mundo rural. Las Entidades Locales Menores, además, no tienen deudas y sus alcaldes no cobran sueldos, su pecado es ser las administradoras de las propiedades y la riqueza ambiental de los vecinos de sus pueblos.

Por estas razones afirmamos que estamos ante un proceso de vaciado de los municipios a favor de las Diputaciones, en algunos casos de las CCAA  y el sector privado, donde las entidades locales menores sobran y pierden hasta su nombre, con ello su estatus legal de entidades locales. Lo que significa un ataque incruento a la tradición de nuestros concejos, pedanías y parroquias rurales, que por derecho, por trabajo y por historia nos pertenece Un proceso que debe ser paralizado inmediatamente desde estas premisas.

- Que el régimen de las entidades locales menores, tal y como ha dictaminado el consejo de Estado, sea  esencialmente Autonómico o Foral, y tienen que ser las comunidades autónomas las que establezcan su régimen jurídico principal.
- Que es esencial mantener el carácter de entidad local, como verdaderas administraciones públicas territoriales, con plena personalidad jurídica
- Que es absolutamente inadmisible que se pueda suprimir una entidad local menor por las deudas o déficit del Municipio en cuyo territorio se encuentre
- Que es necesario flexibilizar los plazos de rendición de cuentas, simplificando su formato y procedimiento, integrando estos procesos en un esfuerzo por fomentar y financiar la modernización y adopción de la Administración electrónica por las Entidades locales menores

Nos comprometemos a seguir trabajando de manera horizontal y coordinada, por la defensa del común y de la autonomía local, por los servicios de calidad, por la sostenibilidad de nuestro trabajo, avanzando hacia el modelo de concejo abierto, garantía de participación vecinal y mantenimiento del común.

¡No al expolio de nuestros pueblos! ¡No a la supresión de los concejos, pedanías, Juntas vecinales o Parroquias Rurales! ¡Sí a la democracia y al gobierno del pueblo!

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